martes, 25 de mayo de 2021

TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA Y SU APLICABILIDAD EN LOS SISTEMAS EDUCATIVOS

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR

INSTITUTO PEDAGÓGICO DE CARACAS

SUBDIRECCIÓN DE EXTENSIÓN

DIPLOMADO DE DOCENCIA UNIVERSITARIA

COHORTE 2021-2

TEORÍAS PEDAGÓGICAS

 

 


TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA Y SU APLICABILIDAD EN LOS SISTEMAS EDUCATIVOS

 

 

 

Facilitadora:                                                                                             Integrantes:

 Prof. María Fernández                                                       América Torres    24239645

                                                                                            Adriana Bravo     12627121

                                                                                          Ernesto Ceballos    17206602

                                                                                           

 

MAYO 2021 


INTRODUCCIÓN

La Teoría de la Acción Comunicativa (TAC), obra cumbre y elemental de Jünger Habermas fue publicada en dos tomos en 1981. La acción comunicativa está basada en la reciprocidad comunicacional lingüística, la cual busca constituir las condiciones mínimas y universales para cualquiera aceptación a acuerdo racional. La TAC no refiere directamente a problemas educativos, en especificidad, pero sí de manera indirecta lo afecta y les da forma transcendental; tanto que existe una relación entre la acción pedagógica y la acción comunicativa tratada en numerosos autores. Aun cuando el filósofo Habermas en sus otras obras si ha venido perfilando la educación en general; con fines de una educación emancipadora. Desde una investigación teórica reflexiva se analizan las perspectivas de la educación desde la TAC de Jünger Habermas.

Por lo que se puede decir de modo general que esta teoría es la interacción de dos o más personas capaces de lenguaje y acción, con una acción orientada en base a una comprensión mutua para lograr un acuerdo que es comprometerse. Dicha acción se debe dar con la única fuerza que da el poder de la argumentación. El proceso educativo debe llevar, desde la perspectiva de Habermas al desarrollo de la inteligencia cultural, esta se da cuando existe una interacción en las que los sujetos capaces de lenguaje y acción entablan una relación interpersonal con medios verbales y no verbales. El concepto central es la interpretación referida a la negociación de situaciones susceptibles de consenso, estableciendo los significados con argumentos, donde en un dialogo igualitario el lenguaje es fundamental como medio de entendimiento en el acto educativo. 

GENERALIDADES DE JÜNGER HABERMAS Y DEL CONTEXTO HISTÓRICO DEL MOMENTO

Jürgen Habermas nació en Düsseldorf, Alemania el 18 de junio de 1929, es el miembro más eminente de la segunda generación de la Escuela de Frankfurt y uno de los exponentes de la Teoría crítica. Estudió filosofía, historia, psicología, literatura alemana y economía en las universidades de Gotinga, Zürich y Bonn. Ganador de muchos premios el 23 de enero de 2013 fue galardonado el filósofo y sociólogo de 83 años, con el honor de Cultura de la ciudad de Munich. El premio se otorga anualmente desde 1958 a una persona por sus logros culturales y científicos. Habermas tiene intereses como la: teoría social, filosofía política, ética, filosofía del derecho, filosofía del lenguaje, teoría del conocimiento. Y en todas sus obras tiene ideas notables de la racionalidad comunicativa, la ética discursiva, la democracia deliberativa, la pragmática universal, el patriotismo constitucional, los intereses del conocimiento y la esfera pública.

TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA

El concepto de acción comunicativa es una de las bases que estableció el filósofo alemán Jürgen Habermas para estructurar su Teoría crítica de la modernidad. Habermas observa cómo la interacción social del ser humano pasa de estar basada en ritos y en lo sagrado a la potencia del signo lingüístico, con la fuerza racional de las verdades sometidas a crítica. Las estructuras de acción comunicativa orientadas a un acuerdo se vuelven cada vez más efectivas tanto en la reproducción cultural como en la interacción social o en la formación de la personalidad.

POSTULADO DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA

Siguiendo a Humboldt, que establecía al lenguaje como configurador del pensamiento, Habermas opina que no hay mente, ni actividad intelectual sin un lenguaje previo. Si todo ser humano nació en una comunidad lingüística, el lenguaje es, paradójicamente, anterior al éste, todo el que quiso decir algo ya tuvo que suponerlo. Habermas admite esta independencia del lenguaje y elabora su teoría filosófica a partir de lo que él llama los supuestos universales del habla: aquellos supuestos que debe considerar cualquier hablante antes de emitir palabra, porque son “mandatos” del lenguaje. Estos supuestos son ciertos en cualquier lengua, por tanto universales. Un hablante no puede dejar de pretender, si es que quiere alcanzar un consenso comunicativamente:

1. Inteligibilidad para lo que se dice. La comunicación resulta imposible si lo que se dice es incomprensible para los demás.

2. Verdad para aquello que se dice. Para el contenido de lo que se dice en relación con lo objetivo (si digo “esta mesa es verde” debe ser verde) o para las condiciones de existencia de lo que se dice (si digo: “cierra la puerta” se presupone que la puerta estaba abierta).

3. Rectitud para su acto de habla en relación con un contexto normativo. Esto significaría lo siguiente: todo hablante se atiene a un conjunto de normas aceptadas por todos. Si dice “usted se calla” es porque debe estar autorizado a decirlo.

4. Veracidad para su formulación como expresión de su pensamiento. Lo que dice debe ser lo que cree o piensa; si miente, la comunicación se rompe.

Estos cuatro supuestos: inteligibilidad, verdad, rectitud y veracidad, son los que forman la base de validez del habla. Para Habermas, el uso primario del lenguaje sería el orientar su empleo al entendimiento. El lenguaje busca ayudarnos a comunicarnos, y para poder comunicarnos son precisos esos cuatro supuestos, y el lenguaje nos “obliga” a cumplirlos. Los otros usos del lenguaje son parasitarios de este uso ideal.

Podemos usar el lenguaje para engañar, estafar, manipular, etc., pero el que miente debe hacer creer a los demás que opera bajo el supuesto de veracidad si quiere conseguir su objetivo, el que dice cosas incongruentes debe convencernos de que no está loco, y que lo que dice responde a la realidad, el que violenta y problematiza las normas pone en cuestión el presupuesto de rectitud, etc.

LA ACCIÓN COMUNICATIVA EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS Y LA INTELIGENCIA CULTURAL

En cuanto al papel del docente en el acto educativo, Miranda (1991, p.45) en un estudio sobre el proceso educativo y la acción comunicativa de Habermas afirma que la misión del profesor se puede resumir en:

Ø  Ha de seguir en clase la discusión de los temas dictados por los intereses de los alumnos.  No ha de sentar cátedra, sino que ha de posibilitar que los alumnos lleguen a la comprensión de los conceptos filosóficos a través del diálogo.

Ø   Ha de estimularlos para que piensen por sí mismos. 

Ø  Ha de reforzar los conceptos filosóficos mediante los ejercicios del manual.

Ø  Ha de estimular a los alumnos para que, ayudándose unos a otros, construyan ideas apoyándose en las de los demás.

Ø  Ha de hacer ver a los alumnos las implicaciones de lo que están diciendo.

Ø  Ha de ayudar a los alumnos para que tomen conciencia de sus propias suposiciones.

Ø  Ha de estimular a los alumnos para que justifiquen sus propias opiniones y creencias.

Ø   Ha de conseguir que todos, incluido el, se escuchen mutuamente”.

            En las funciones del docente dadas anteriormente hay un interés emancipador, que según Grundy (1991, p.142) “el interés emancipador compromete al estudiante, no sólo como «receptor» activo, en vez de pasivo, del saber, sino como creador activo del mismo junto con el profesor”. Es la relación deseada en el proceso educativo, de la que sigue afirmando Grundy (1991, p.142) los estudiantes y el profesor ocupado de manera conjunta como participantes activos en la construcción del conocimiento. Esta perspectiva transaccional de la enseñanza y el aprendizaje significa que no tiene sentido hablar ya de la enseñanza sin hacerlo al mismo tiempo del aprendizaje. Con todo esto se puede decir que desde la Teoría de la Acción Comunicativa se promueve un currículum emancipador que, según Grundy (1991, p.39) tenderá a la libertad en una serie de niveles. Ante todo, en el nivel de la consciencia, los sujetos que participan en la experiencia educativa llegarán a saber teóricamente y en términos de su propia existencia cuándo las proposiciones representan perspectivas deformadas del mundo (perspectivas que sirven a los intereses de dominación) y cuándo representan regularidades invariantes de existencia.

 En general Habermas en sus obras trató el tema educativo en profundidad, de las ideas tratadas en la Página Web (3) se puede dilucidar que Habermas ve en la educación un instrumento para expandir sus ideas y aplicarlas. Propuso por ejemplo: la democratización universitaria, la enseñanza científica reflexiva y práctica; no solo como técnica para lograr fines establecidos por la sociedad de consumo, la enseñanza política con participación crítica fundamentada, de ciudadanos que impulsen cambios en la sociedad en que viven, basados en juicios que surjan de la razón y no de una posición de poder. Igual de dicha Página Web (3) se puede afirmar que Habermas considera como violentas las imposiciones que se realizan a la conducta de los individuos basadas en el poder ya sea político o económico.

 Toda exigencia a la que se somete a un ser humano, de cualquier tipo de aprendizaje, debe ser consensuada utilizando para ello el instrumento de la comunicación, con lo cual los conocimientos se aceptarán como válidos; no porque así se lo exigieron que los aprenda sus docentes, sino porque así los aceptó, previo análisis crítico racional.

 

CONCLUSIÓN

La Teoría de la Acción Comunicativa indica que la educación se debe desarrollar en una ambiente libre de coacción para llegar a un entendimiento en base de razones a favor o en contra de lo tratado. Es la interacción de dos o más personas capaces de lenguaje y acción, con una acción orientada en base a una comprensión mutua para lograr un acuerdo que es comprometerse. Dicha acción se debe dar con la única fuerza que da el poder de la argumentación. En la interacción en el acto educativo debe entablarse una relación interpersonal; con una compresión mutua que se distingue de las demás pues esta va al logro eficiente de fines o logros de éxitos, que sería llegar al aprendizaje.

Para que esto sea posible en el objetivo de la acción comunicativa se debe implicar el conocimiento compartido, con un acuerdo basado en la validez y confianza mutua en educando y educadores. Todo lo anterior implica la comprensibilidad de lo que se dice, verdad para lo que se dice, expresando lo que se piensa con confianza sin cortapisa de lo que se trata, sin mentir; asumiendo una rectitud en un conjunto de normas que se aceptaron por todos en el acto educativo.

Por lo que se puede se puede dilucidar que habermas ve en la educación un instrumento para expandir sus ideas y aplicarlas. propuso por ejemplo: la democratización universitaria, la enseñanza científica reflexiva y práctica; no solo como técnica para lograr fines establecidos por la sociedad de consumo, la enseñanza política con participación crítica fundamentada, formadora visión los aceptó, previo análisis crítico racional

 

BIBLIOGRAFIA

Ø  file:///C:/Users/Usuario/Documents/Dialnet-PerspectivasDeLaEducacionDesdeLaTeoriaDeLaAccionCo-4713685.pdf

Ø  Bernstein, R. (1991). Habermas y la modernidad. Cátedra: Madrid.

Ø  Grundy, S. (1991). Producto o praxis del currículum. Madrid. Ediciones Maroto

Ø  Habermas, J. (1971). Teoría y praxis. Madrid: Taurus.

Ø  Habermas, J. (1987a). Teoría de la acción comunicativa. Volumen 1: Racionalidad de la acción y racionalización social. Taurus: Madrid.

Ø  Habermas, J. (1987b). Teoría de la acción comunicativa. Volumen 2: Crítica de la razón funcionalista. Taurus: Madrid.

Ø  Habermas, J. (1991). Escritos sobre moralidad y eticidad. Paidós, Barcelona.

Ø  Habermas, J. (1999). La inclusión del otro. Estudios de teoría política. Paidós, Barcelona.

Ø  Miranda, T. (1991). Acción comunicativa y proceso educativo. J. Habermas M.

Ø  Lipman. Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº. 5, 1991, pp. 33-46.

 

 

 

 

 

 

 

                                         



 

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